sábado, 2 de enero de 2010

Espiritualidad


Hoy quiero dedicar este día a la espiritualidad, hacer un alto en el cotidiano andar de la vida, la monotonía que significa estar corriendo hacia una misma dirección, con las mismas personas o con las mismas formas de pensar, cuando olvidamos que somos algo más que simples ideas banales, nos convertimos en seres vanidosos con miedos, nos transformamos en elitistas que pretenden dejar a un lado todo lo que alguna vez fueron: "luz".

Este es el momento para vivir con paz, sonriendo frente a lo que pasa a nuestro alrededor, retomar la sabiduría de la naturaleza, amar simplemente, sin complicaciones, no contaminarse de aquello que hace complicado al mundo, a los sentimientos y las relaciones. Aprender de lo sencillo que tiene este mundo, la lluvia, el árbol, el viento; disfrutar de cada uno de los detalles que me rodean, los momentos que no se repetirán jamás en esta vida, hoy dedico este día al amor más puro, sencillo, el que viene con algo que nada puede sustituir, mi espíritu.

Ese que tiene pasión por lo que hace, sueña y por quienes lo rodean, por eso ¡Me declaro vivo!

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