martes, 20 de abril de 2010

White Rabbit


Siempre se puede pensar en que la vida un conejo blanco, que perseguimos ciegamente, sin pensar a donde nos llevará. Siempre tenemos miedo a perseguir a ese felpudo amigo que nos guiará a una desventura para bien o para mal.

Las situaciones así son, las dejamos correr hasta el final sin tomar en cuenta las consecuencias. Es igual con el amor, cuando profesamos ciegamente amar a una persona estando a su lado esperando que algo ocurra, no es posible que en ocasiones lleve a perder tiempo y otras oportunidades donde la felicidad puede ser mas cálida que la frialdad de alguien incierto, sin embargo la oportunidad de aventurarse en esa persecución ciega nos deleita en el camino como le ocurrió a Alicia, todos somos como ella, curiosos y ciegos, aventureros e inocentes que confrontamos el País de las Maravillas en nuestra realidad, algunas personas nos pueden recordar a Absolut, la oruga azul, al Sombrerero Loco y la eterna fiesta de té, la liebre de Marzo, la Reina roja, desquiciada e intransigente, etc. Todos esos personajes existen en nuestra realidad, como arquetipos de la vida, como existe el conejo blanco, el eterno ser que perseguimos y que no sabemos a donde nos llevará como destino.