martes, 12 de octubre de 2010

El tiempo y la partida...

Hace un mes, cuando por un fuerte ataque de estrés estaba comenzando a sentir que podría dejar de levantar mi espada un amigo me pregunto que si alguna vez había pensando en la muerte, le conteste que sí, el no podía creer que alguien tuviera en su plan de vida morir, obvio que si lo tengo pensado, porque vivimos con la muerte pisando nuestros talones, pero depende como la tomes es como la vives.

Una de las personas mas importantes de mi vida, un gran guía espiritual me enseño que cuando te llaman a formar parte del la luz cósmica es porque cumpliste tu misión y que jamás debes de lamentarte de aquellos que se han marchado, al contrario hay que alegrarse de que se reencuentren con sus ancestros. Solía siempre decirme algo que siempre que alguien que es cercano a mi muere:

-Siempre debe de ser un orgullo irte cuando tienes el llamado del cosmos, cuando has mostrado dignidad de haber sido un gran sembrador y has dejado enseñanzas, pero al contrario cuando has fracasado y has hecho mal, deberás prepararte para una purificación o para cumplir una nueva misión -

La muerte no es mas que un paso a un nivel de espiritualidad que no entenderíamos a simple vista y con el entendimiento de la humanidad, pero cuando en la constante preparación para el paso simplemente sabes que llegarás a la tierra de los guerreros.

Cuando le conteste a mi amigo esto no lo entendió, pero pregunto que si cuando llegará el momento de la profecía y tendría que partir ¿Qué pasaría? Le conteste que simplemente la estrella que brilla para mi se apagaría y que en la noche de mi muerte todos me soñarían dando gracias y pidiendo a cada uno de ustedes que me dejen partir al mundo donde se origino el espíritu, porque volaré al infinito cielo de  eternos azules y bosques de inmaculados verdes. El dice que hablo de la muerte con mucha naturalidad, que eso es de mucho miedo, que es muy valiente hacerlo, como si supera cuando va pasar.

No sabemos cuando iremos a atender el llamado de los cuatro naturales, ni si nos permitirán sentarnos en la mesa de los siete grandes, pero si es seguro que cuando llevaste tu encomienda sientes que el mundo físico no es nada en comparación con el misterio del Alto Astral o las sombras del Bajo Astral.

Declaro 3 días de oración guerrera para quienes se fueron la tarde del domingo y el día lunes.

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