Aún alejado de esa persona que tanto te enseñó, sabe que indudablemente sigues a su lado, tal vez llegó alguien más a ocupar tu lugar físicamente, posiblemente sólo sea la persona que eligió para darte un cuerpo y una forma o simplemente tenía que llegar a tomar tu estafeta. Se sabe que en el interior no eres más el ángel o es quien tenía el sueño desde milenios atrás ¿Dónde estés, realmente te encuentras tranquilo? La respuesta puede ser variada, para algunos es un si y para otros un no, jamás se sabrá, pero aun así sigues tu marcha a casa.
Tratas de solo ver como tus pasos te alejan lentamente, mientras miras los días pasar y cada vez entras en confusión de si fue lo correcto o no. A pocos les ocurre tal cosa, pero cuando te marchas y sigues tu vida el dolor desaparece despacio, dejando lugar a una paz que tampoco puedes explicar, llevas en el alma la esperanza de que los caminos se vuelvan a cruzar, esperas que corra detrás de ti y detenga a tus pasos, sin embargo ignoras si eso pasará. Muchos marchan decepcionados, otros derrotados, la mayoría solo buscan refugio, pocos lo hacen por cerrar un ciclo.
¿Preguntará por mi? No hay respuesta, pero te encaminas a los puertos grises a tomar el ultimo barco a casa ¿Me arrepentiré? Esa es una buena pregunta, cuando estés en el barco hacia la nada podrás encontrar la respuesta. Las personas suelen olvidar demasiado rápido, no sé por qué ocurre, pero olvidan a sus seres queridos, en lo personal yo no lo hago, pues cada uno deja algo dentro de mi vida, cosas buenas, malas, marcas que no se ocultan fácilmente.
Solo queda la duda de tu ser mirando el ultimo atardecer en sus ojos y una melodía que te invita no a decir adiós, si no hasta pronto y hacerles saber a todos que siempre estarás con ellos desde cualquier lugar donde te encuentres.
Hasta pronto, dilo con el corazón y volverás.
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